miércoles, 10 de agosto de 2016

Museo del Congreso y de la Inquisición

El Museo del Congreso y de la Inquisición,  funciona en el antiguo local del Congreso (Senado) Nacional en Lima,  fue creado el 26 de julio de 1968. Tiene como misión la conservación y difusión del patrimonio cultural a su cargo, resaltando la importancia y trascendencia del Congreso de la República en nuestra historia nacional.



El museo del Tribunal de la Santa Inquisición fue sede de esta institución en la época colonial, donde se llevaban a cabo los castigos y torturas a las personas procesadas por delitos criminales o que estaban en contra de la fe católica. 

Es uno de los museos más concurridos del Centro Histórico de Lima y funciona en uno de los inmuebles más importantes y antiguos de la ciudad, el cual fuera sede de la Inquisición entre los años 1584 y 1810; posteriormente del Senado Nacional hasta 1939, año en que éste se trasladó al Palacio Legislativo; la Biblioteca Pública de la Cámara de Diputados en 1943 y finalmente el Museo de la Inquisición y del Congreso hasta la actualidad.

En su interior conserva los mismos ambientes en los que se llevaba a cabo el proceso de inquisición, destacando la Sala de Audiencias (lugar donde se reunían los miembros del Tribunal), con un techo artesonado en cielo raso, compuesto por más de 30 000 piezas talladas de caoba, y la llamada "Puerta del Secreto", que conducía al ambiente privado del Inquisidor Mayor; la Cámara de Tormento, la zona de las cárceles secretas o calabozos subterráneos, la biblioteca de la Inquisición (que actualmente funciona como Biblioteca del Congreso), entre otros ambientes.

Sala de audiencias de la inquisición
El edificio se encuentra en perfectas condiciones y posee numerosos objetos originales que muestran las técnicas utilizadas en los procesos de los inculpados por delitos de fe (invocaciones al demonio, hechicería, quiromancia, luteranos, judaizantes, morisco, blasfemos, renegado, bígamos, solicitantes, etc.)

La santa inquisición perseguía la herejía. NO se consideraba a los indígenas para la aplicación de este proceso, debido a que, se les consideraba de neófitos.

En las torturas(que se daban en casos extremos) no podía existir derramamiento de sangre, y tenían un tiempo máximo de 1 hora. Los castigos se hacían bajo la presencia de un medico y un inquisidor, los acusados no tenían posibilidad de defenderse, en algunos casos ni si quiera sabían de que se les acusaba.

Durante su existencia se procesaron a 1477 personas, en 1526 juicios de los cuales 32 fueron condenamos a muerte. Se llevaba al acusado a la Sala de audiencias, esta sala estaba conformada por el inquisidor, el calificador y el fiscal. El proceso era simple; primero era la búsqueda de los posibles culpables, luego el periodo de gracia, y el proceso judicial en el tribunal. 

Las torturas se aplicaban si el acusado no quería confesar su culpa, algunas de las siguientes eran:
    TORTURA DE LOS AZOTES El preso era inmovilizado en el cepo de las manos y del cuello, dejando desnuda su espalda, en donde le aplicaban la cantidad de azotes que determinase el Tribunal. Su número variaba entre 50 y 200.
TORTURA DE LA GARRUCHA Consistía en amarrar al preso con los brazos hacia atrás, colgarlo y subirlo lentamente. Cuando se encontraba a determinada altura era soltado bruscamente, sujetándosele fuertemente antes de que tocase el piso.
TORTURA DEL POTRO Consistía en colocar al preso sobre una mesa, amarrado de las extremidades por una soga sujetada a un carrete , el cual, al ser girado poco, a poco las iba estirando en sentido contrario, causándole así un terrible dolor. Éste era, en la época, el instrumento de tortura más empleado en el mundo.
Acusado
TORTURA DEL AGUA Estando el procesado totalmente inmovilizado sobre una mesa de madera, le colocaban una toca o un trapo en la boca, deslizándolo hasta la garganta; luego, el verdugo procedía a echar agua lentamente, produciéndole al preso la sensación de ahogamiento.
Así vestían los condenados.